miércoles, 31 de diciembre de 2014

Fin de año

Me vendieron un mundo romance, en donde encontraría pronto sueños puros e ilusiones prontas
luego pronto me ahogo y pienso que no la harñe como decimos vulgarmente y me mato y me mato y me repito y ya no salgo.
Pero incurro en digresiones vagas. Nadie me mira, así que no importa. Tengo un fantasma atorado como joroba para siempre. Antes escribía sobre otras cosas. Filosofaba. De a poco, sin embargo, me fui haciendo príncipe de lo ciego, y veo ya nada. Pero es la época.
Empieza un nuevo año y hay que agarrar, como dice Juanito, al toro por los cuernos.

martes, 30 de diciembre de 2014

Soma

Intuí por un amigo
que la métrica podía no importar
y entonces supe que algunos ya están
en las maravillas del soma
esperando a la útima fatalidad
¡cuánta esperanza!1
no importa uno (1)
ni dos ni tres
puede ser cualquiera
even en inglés
cuál sería el propósito divino
si acaso alguno nos dio nuestro creador
no pretendo descifrarlo, sólo me imagino
que no estalla arriba ese señor
¿estaremos ya en las épocas del soma?
mundo al fin de total tranquilidad
yo cada vez más me acerco a la muerte
como cada ser que viene aquí a cagar
porque triste es el sino de mi amigo el hombre
que en rectitud total no podría
fallar
hallar
callar
cayar
con cayos en las manos sufre
de la despiadada falta de oportunidades e igualdad
y lo digo, nefando, sentado en una silla
qué poca es mi virilidad
qué poca vergüenza
poca mi astucia
poco sabré de lo que es la lealtad
sé suficiente como para ya querer irme
y qué miedo me da el quererme ahorcar

viernes, 26 de diciembre de 2014

Freno de mano

prendo un nuevo cigarro
le doy gotas de culpa a los hechos
es claro, no puedo enamoarme
tengo que meter el freno de mano
no puedo comparar edades
no puedo comprar fantasías
no materializar sueños
ni vivir realidades
ni morir agonías
me quedo mudo poco a poco
sólo y sin nadie a quien recurrir
como pájaro chismoso canto en sol
a la oscuridad

ya no hablo por mí
hablaban por necesidad
y un dolor bien rotundo me aturde el pecho
el frío de fechas cálidas me enmudece más
año nuevo resurge, sin vida
semáforo en rojo dice que no
aunque quiera
realidad de nuevo de luna nueva

jueves, 25 de diciembre de 2014

Pretensión

Antes este blog no pretendía nada. Y, de a poco, se fue inflando. Ahora, qué fortuna, flota en la nada.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Nece(si)dad


perderme en esos ojos me aviva
y en la novedad me descoloca
un pie que sin querer quiere y me toca
y es suspiro certero y me contagia de alegría
cuesta trabajo entender entonces
lo necesario que se vuelve tragar saliva
y por esconderlo también suspiro
y vuelco mi mirada a la deriva
qué más da que se dé o no cuenta
si ella también juega, retira
la mirada
qué más da que compare su edad
con la mía
dos, tres, cinco, diez años
ni propensión ni necedad
belleza en intercambio de instantes:
vete, pide sensata la verdad
quédate, pide a gritos la fantasía
quema la luz de su sonrisa
(silente grito fugaz)
y en el eco de la contención
me imagino que es mía
me cargo una vez más
me desdibujo como última epifanía
tres besos que tocan sin contagio
que reflejan la realidad de su melodía
música seca que recuerda recordar:
si me recupero y entiendo
hay calor en el calor de mi mano fría
así solamente la suelto
aunque duele, saber olvidar
es despertar
es dejar de soñar
veinticuatro horas al día

viernes, 19 de diciembre de 2014

Propensión

Quiero pronunciar tu nombre, letra por letra, para volver a sentir cosquillas en el deseo, como la primera vez, pero ya se me acabó la gasolina. Tengo que cambiar el juego, tengo que pensar la actitud.
Antes sin querer jugué a ser dios, y antes de eso a ser normal, como tres o cuatro veces, y de las dos terminé cansado. No soy un dios normal: por que ni soy normal ni soy dios. Solo tengo una propensión.
A qué.
Tras cada vuelta, los agujeros de la conciencia me alejan de la gente que me procura lugares seguros en el plano infinito de ideas que son puentes lejanos. Y yo, trampa tramposa, me conjuro en la magia de la soledad.
Ahí me esperan.
He pronunciado, con intenciones místicas, cuatro nombres que abren, de par en par, las puertas de los deseos delirantes de la enfermedad mental: salud catatónica.
Me detuve.
Y quería mover los pies pero estaba en un sueño que, por decreto, indicaba que algo malo debía ocurrir; aunque con ojos abiertos, aun falta para que el cuerpo despierte: parálisis.
¿Hacia dónde habría que moverse? Ninguno de los nombres pronunciados era indicación cautelosa de puerto seguro.
Tierras nebulosas y humeantes. Sueños lúcidos.
Ilusiones convertidas en antesalas de nosocomios psiquiátricos que, bien, se desvanecerían para dejarme a solas.
¿Sería cierto? ¿El sufrimiento en mis delirios? ¿La locura en mi realidad?


miércoles, 3 de diciembre de 2014

Tiempo que pasa

Por la esquina del ojo miro todo lo que he pasado y no lo puedo nombrar.
Porque quiero nombrar lo innombrable, encontrar lo perdido, contar lo incontable, curar lo incurable.
Me duele lo que se me cortó, una herida profunda como el mar, un recuerdo perdido, naturaleza muerta.
Hace meses que te hiciste años en promesa de olvido y ya no supe cómo más respirar, que por eso mejor exhalé. Que prometí ya no hablar más de tu recuerdo, de los brotes. Que por eso mejor me broté.
Uno tras otro me fui haciendo añejo, como cannabis sativa que al vulnerable destruyó, o aceleró lo inevitable.
Te quiero leer, pero estás ya muy fragmentado, y no sé si el principio es el final o si el final es lo que no podías decir, pues la lengua te la comió un ratón verde como el mar podrido por las algas misteriosas.
Calla y no vuelvas más, que más de cuatro meses han pasado y tu recuerdo todavía está partido en miles de pedazos.

martes, 18 de marzo de 2014

Sentir

Algunos se drogan para dejar de sentir. Dado un punto en la adicción, es la única forma de hacerlo. Así me siento hoy, al menos.
Al menos siento.

martes, 11 de marzo de 2014

Ganas de escribir

"Escribe borracho, edita sobrio". - C. Bukowski.
Al beber este vaso de cerveza, es el segundo, me doy cuenta de que estoy, otra vez, atrapado por mí mismo. Atorado.
Pero bebo y algo álmico se me afloja, un poquito, pero se afloja. Nuevamente es el miedo el que me paraliza, pero esta vez viene disfrazado de esperanza. Como si existiera alguna diferencia. No existe. Bien podría la esperanza disfrazarse de miedo, sería lo mismo. Y tal vez sea también eso, esperanza por lo incierto.
Puedo, por fin, volar. Irme de casa hacia lo desconocido y buscar lo que siempre encontré: amor.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Cigarro

En las noches de no querer que se te acabe el último cigarro y tener que salir a la tienda por más, se te acaba el último cigarro, y tienes que salir a la tienda por más.