miércoles, 21 de julio de 2010

Apología de la soledad

Sólo solo me encuentro, me dije, me pensé. No hay defensa, ni escrita ni en acciones, para estar tanto tiempo acompañado. Pero eso quiero cuando estoy conmigo; y cuando no —cuándo no— sólo quiero estar solo. Por eso me defiendo dándome en la madre.

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