miércoles, 20 de julio de 2011

Hacer

¿Y qué vas a hacer cuando el tiempo avance? Porque por más que quieras o puedas negarlo, te quedarás atrás, desolado. ¿Y qué vas a hacer si te quedas solo? Porque por más paciencia que tengas y que te tengan todo tiene un límite. ¿Y qué vas a hacer cuando seas sueños nada más, y te quedes sin realidad? Porque la vida, cuando la vives acostado, se hace más pesada y, al final, desaparece.
Dime, por favor, ¿qué es lo que pretendes hacer ahí detenido, ahí sin moverte, ahí esperando no sé qué fantasmas? ¿Qué es lo que quieres conseguir? ¿Qué argumento inexistente deseas refutar sacrificando, entre tanto, tu propia vida?
No, no lo vas a lograr sin moverte. Y no me digas que moviéndote tampoco conseguirás nada, pues no lo has intentado desde hace mucho, y cuando más cerca estuviste de lograrlo —aceptando, claro, que es tan difícil como cazar mariposas— fue cuando más te moviste, cuando menos te lo preguntaste y decidiste, simplemente, moverte.
Parece, querido, que es tiempo de dejar de preguntarse cómo serían las cosas si no fueran como son, y de empezar, de una vez, de una absoluta, contundente, rotunda y completa vez, a hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario