miércoles, 20 de abril de 2011

El cuadrúpedo encerrado

Ocurrió hace un par de años. Tristísimo y lamentable, un cuadrúpedo decidió encerrarse; pero no en un establo, como podría creerse, sino dentro de sí mismo. Su rostro, sus andares, su ser completo, se convirtieron en sombras de lo que nunca pudo ser. Luego salió, pero ya no hubo nadie para evaluarlo. Sonrió entonces.

1 comentario:

  1. Cuando te encierras en ti mismo, se agradece que nadie te evalúe, aunque tengas 4 patas.

    ResponderEliminar