viernes, 17 de julio de 2015

Imaginación

En un ejercicio de la imaginación me imagino que soy poeta. Un poeta imaginario. Me desdoblo en mi papel y escribo un ensayo en prosa. Porque, en mi imaginación, como poeta, estoy harto de los versos. Y pido tregua.
Respiro hondo. Imaginar, dentro de la imaginación, los versos que no escribiré me da armonía. No tengo que fingir que soy lo que no soy. Porque como poeta imaginario también soy malísimo. Malo como una nube que no sabe llover. Como un sol que se convierte en metáfora pero parece símil. Como la luna cuando está a la mitad y ni alumbra ni oscurece.
Porque, la verdad, la luna nunca alumbra.
Por eso me imagino que soy un poeta con muy poco éxito. Los poetas exitosos, me imagino, ven el brillo hasta en un cuarto menguante.
Y me imagino sin luz; atardecer silencioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario