Como si cualquier cosa, un millón y medio o más de pedazos reclaman independencia. Había escuchado que el todo está contenido en cada una de las partes que lo componen. Alguna parte de mí lo escuchó antes de hacerme pedazos.
Vi por ahí una estrella brillar, de noche. También vi la luna. Seguí una brisa marina estando en la ciudad, y cuando llegué al mar sentí la prisa de querer regresar. Y reventé. Qué sensación la de reventar en un millón y medio o más de pedazos, como si cualquier cosa, como si un juego.
Escuché por ahí un pájaro cantar, de día. Y me pregunté por qué cuando las cosas que hacen sonidos indescifrablemente parecidos a los que hacemos cuando sentimos tal y tal otra cosa creemos que la fuente del sonido siente tal y tal otra cosa. Como si humanos.
En la playa vi olas haciendo espuma.Vi también espuma deshaciendo olas. Pensé en lo que sube como la espuma y que termina siempre desapareciendo, convirtiéndose en un millón y medio o más de pedazos de un todo sin partes. Aire, que más bien recuerda a la nada.
Trataba. Esperaba que algo grandioso sucediera mientras me mantenía impávido. Fue sólo espuma.
Qué triste. Pensé en la ciudad mientras miraba al mar. Fue entonces cuando vi una estrella brillar. Y la luna. Qué triste no poder ser como el mar: nunca cansarme de aparecer y desaparecer estando siempre ahí. De hacer espuma y de ser infinito sin ser nunca el mismo. Fue entonces cuando escuché el canto del pájaro y no me permití pensar que estuviera expresando alegría: expresaba pajarez. En todo caso, expresaba pajarez. Me sentí pájaro y expresé mi propia pajarez silbando.
Luego toqué el mar. Permanecí dentro tanto tiempo que, cuando quise salir, tuve que convertirme en espuma.
Brillar en pedazos para encontrar la oscuridad. Silbar muy fuerte para sentir la comodidad del silencio que le sigue a la fuga vehemente de una idea que se escapa haciendo cualquier sonido. Porque, como la oscuridad, hay cosas para no ver; como el silencio, hay cosas para no entender.
Como si aire. Como si un pájaro cantara. Como si el mar se hiciera espuma y dejara de ser mar. Como si la espuma desapareciera. Como si no quisiera. Como si nada.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Palabra, semilla y agua
El flujo salió del interior de una cueva maltratada por el paso del tiempo. Pero, una vez fuera, fue capaz de convertirse en agua cristalina. Tocó todo cuanto a su alrededor estaba, permitiendo que las montañas se revistieran del verde que tanto extrañaban mis ojos.
Había pasado mucho tiempo en silencio; sin embargo, el verde fue suficiente para permitir que del interior de mi propia cueva, quizás también maltratada, emanara un dicho penetrante que también me haría reverdecer. "Todo emana del centro", dije. "Y, aunque el interior pueda desgastarse, el agua siempre encuentra su caudal".
Sobre la orilla del río, dejé que mis pies hicieran contacto con la corriente. Poco a poco fui adentrándome más y más. El agua que mojaba ahora mi propia semilla, sabía, me encontraría más verde la próxima vez que nos viéramos. Salí entonces y me dispuse a dar un sorbo de ese líquido que de algún lado venía y que hacia algún lugar —no importaba cuál— fluiría.
Había pasado mucho tiempo en silencio; sin embargo, el verde fue suficiente para permitir que del interior de mi propia cueva, quizás también maltratada, emanara un dicho penetrante que también me haría reverdecer. "Todo emana del centro", dije. "Y, aunque el interior pueda desgastarse, el agua siempre encuentra su caudal".
Sobre la orilla del río, dejé que mis pies hicieran contacto con la corriente. Poco a poco fui adentrándome más y más. El agua que mojaba ahora mi propia semilla, sabía, me encontraría más verde la próxima vez que nos viéramos. Salí entonces y me dispuse a dar un sorbo de ese líquido que de algún lado venía y que hacia algún lugar —no importaba cuál— fluiría.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Planeta
Un sábado en el que supuestamente llovería me di cuenta de algo asombroso. No llovió. Fue la claridad de la neblina que cubría la ciudad mientras viajábamos en el coche hacia la montaña.
"Mira", le dije. "La ciudad se ve nublada, pero no llueve".
En la radio sonaba cualquier canción. Le permitía poner un pretexto para disfrutar de la vida con plenitud. No lo necesitaba, en realidad, pero la radio estaba encendida. Bailaba y me decía que la ciudad se veía hermosa. "Mira", me dijo con una sonrisa. "La ciudad se ve hermosa".
Al enfocarme en las nubes, supuse que todo, a través de sus ojos de un discreto color miel, se veía hermoso. Supuse que por eso bailaba. Supuse que por eso no llovía, aunque se suponía que ese día llovería. Supuse que éramos del mismo planeta. Me imaginé una historia increíble.
"Somos del mismo planeta", me dijo. "¿Por qué no sonríes?"
No sonreía porque me costaba aceptar que la realidad pudiera ser dulce. Delicada e inexplicablemente dulce. No sonreía porque no estaba acostumbrado a creer que la realidad pudiera tener un sabor distinto al amargo. Pero en vez de decir cualquiera de esas cosas y hacer que lloviera en el sábado en que supuestamente llovería, abrí la boca sólo para mostrar una sonrisa. Sol, en vez de lluvia.
Bailamos los dos y nos asombramos de lo bonita que se puede ver una ciudad nebulosa. Un lejano recuerdo de nuestro planeta.
"Mira", le dije. "La ciudad se ve nublada, pero no llueve".
En la radio sonaba cualquier canción. Le permitía poner un pretexto para disfrutar de la vida con plenitud. No lo necesitaba, en realidad, pero la radio estaba encendida. Bailaba y me decía que la ciudad se veía hermosa. "Mira", me dijo con una sonrisa. "La ciudad se ve hermosa".
Al enfocarme en las nubes, supuse que todo, a través de sus ojos de un discreto color miel, se veía hermoso. Supuse que por eso bailaba. Supuse que por eso no llovía, aunque se suponía que ese día llovería. Supuse que éramos del mismo planeta. Me imaginé una historia increíble.
"Somos del mismo planeta", me dijo. "¿Por qué no sonríes?"
No sonreía porque me costaba aceptar que la realidad pudiera ser dulce. Delicada e inexplicablemente dulce. No sonreía porque no estaba acostumbrado a creer que la realidad pudiera tener un sabor distinto al amargo. Pero en vez de decir cualquiera de esas cosas y hacer que lloviera en el sábado en que supuestamente llovería, abrí la boca sólo para mostrar una sonrisa. Sol, en vez de lluvia.
Bailamos los dos y nos asombramos de lo bonita que se puede ver una ciudad nebulosa. Un lejano recuerdo de nuestro planeta.
lunes, 5 de septiembre de 2011
miércoles, 31 de agosto de 2011
El gallo
(Ésta es la traducción de un chiste que leí hace poco y me encantó. Es uno de esos chistes que cae en la categoría de "antihumor")
¿Por qué el gallo cruzó la calle?
Por que tras la atroz modificación genética de la que fue víctima en un laboratorio, había adquirido una inteligencia casi humana. Habiendo crecido en el laboratorio, entre científicos idealistas y políticos de izquierda que sólo hablaban de la revolución y la liberación socialista, pensó que un día, cualquier día, alcanzaría su libertad. Más tarde durante ese año, en un acto de rebeldía civil al interior del gallinero, se rehusó a comer la comida que se le proporcionó. Mientras el científico a cargo del experimento abrió la jaula para tomar al gallo disidente, éste lo picoteó en el ojo y puso en libertad a sus hermanos y hermanas. Sin embargo, el mundo real no era lo que el gallo esperaba. El comercialismo rampante del que fue testigo a partir de su liberación desilusionó al gallo en tal medida que tomó la decisión de acabar con su propia vida. Levantándose por la mañana, en su horario habitual —a las 6:00 a.m.—, se acercó a su esposa y se inclinó para darle un beso delicado en la mejilla; una lágrima solitaria corría desde su ojo mientras se imaginaba al hijo que, sabía, nunca conocería. El gallo salió a la fría y lluviosa mañana de la Ciudad de México; el viento soplaba fuerte sobre sus mejillas y la lluvia le mojaba incesantemente el pecho. Dando un paso hacia la transitada vía de doble sentido, cerró los ojos y se imaginó el cielo...
¿Por qué el gallo cruzó la calle?
Por que tras la atroz modificación genética de la que fue víctima en un laboratorio, había adquirido una inteligencia casi humana. Habiendo crecido en el laboratorio, entre científicos idealistas y políticos de izquierda que sólo hablaban de la revolución y la liberación socialista, pensó que un día, cualquier día, alcanzaría su libertad. Más tarde durante ese año, en un acto de rebeldía civil al interior del gallinero, se rehusó a comer la comida que se le proporcionó. Mientras el científico a cargo del experimento abrió la jaula para tomar al gallo disidente, éste lo picoteó en el ojo y puso en libertad a sus hermanos y hermanas. Sin embargo, el mundo real no era lo que el gallo esperaba. El comercialismo rampante del que fue testigo a partir de su liberación desilusionó al gallo en tal medida que tomó la decisión de acabar con su propia vida. Levantándose por la mañana, en su horario habitual —a las 6:00 a.m.—, se acercó a su esposa y se inclinó para darle un beso delicado en la mejilla; una lágrima solitaria corría desde su ojo mientras se imaginaba al hijo que, sabía, nunca conocería. El gallo salió a la fría y lluviosa mañana de la Ciudad de México; el viento soplaba fuerte sobre sus mejillas y la lluvia le mojaba incesantemente el pecho. Dando un paso hacia la transitada vía de doble sentido, cerró los ojos y se imaginó el cielo...
martes, 30 de agosto de 2011
Lejos
Es cierto que algunos se acercan mucho más que otros, aunque todos queden, al final, igual de lejos.
domingo, 28 de agosto de 2011
Y si el universo
Y si el universo todo lo contiene, y en cada una de sus partes se contiene también a sí mismo
Para dar lugar a un interminable espectáculo de tamaños y formas infinitamente complejas, simples
Y si al formar parte del universo una mente es capaz de contenerlo, quizás sin entenderlo
Y todo lo que afuera está ya viene adentro. Y si el universo se repite y se repite
Como un ciclo nocturno que brinda paz y sosiego para acumular ansiedad y desesperanza
Y si al conocerlo se desprende la vitalidad del entendimiento. Y si es mejor sólo describirlo
Para dar lugar a un interminable espectáculo de tamaños y formas infinitamente complejas, simples
Y si al formar parte del universo una mente es capaz de contenerlo, quizás sin entenderlo
Y todo lo que afuera está ya viene adentro. Y si el universo se repite y se repite
Como un ciclo nocturno que brinda paz y sosiego para acumular ansiedad y desesperanza
Y si al conocerlo se desprende la vitalidad del entendimiento. Y si es mejor sólo describirlo
jueves, 4 de agosto de 2011
Entrevista
Reconocido por su resplandeciente optimismo, le preguntaron que cuál era su secreto.
—Es simple —dijo tranquilo—. Sólo me comunico cuando me siento contento.
El optimista más grande del que se hubiera tenido noticia dejaba saber de sí un par de veces cada año, nada más.
—Es simple —dijo tranquilo—. Sólo me comunico cuando me siento contento.
El optimista más grande del que se hubiera tenido noticia dejaba saber de sí un par de veces cada año, nada más.
martes, 2 de agosto de 2011
sábado, 30 de julio de 2011
Ideal
El ser humano ensalza todas las características que le gustaría tener y que sabe —o que intuye— que son inalcanzables. En una perpetua lucha en contra de sí mismos, son sólo aquellos que logran vencer su propia naturaleza quienes más se acercan al ideal de bienestar, sufriendo continuamente por no poder tocarlo jamás.
martes, 26 de julio de 2011
Social Anxiety
Welcome to the last step of our evolutionary progress: utter
self-consciousness. Now that we're gradually approaching the absolute
avoidance of the need to establish real-life contact with others, we are about to
get lost in the infinite abyss of our own, private minds.
Social anxiety is the mental disorder of our modern times. It's new, and it was born when someone decided to label an ever-felt human emotion—the fear of sharing our mental world with other people.
It has always been there, but as any latent phenomenon, it became alive the very moment someone gave it a name. A vast amount of eyes directed their attention to it, and so it became self-aware. Social anxiety is the disease of our present world.
People have to coexist with people in order to make this society (or any other) work, in order to give it a meaning. We all are, to some extent, socially-anxious individuals. Social anxiety dissipates with practice, and it grows bigger with isolation. In these modern, rushy days, more and more people are attached to their smartphones, personal hand-helds, and tablet computers, secluded from others (if not physically, at least psychologically) through the paradoxical current course of the technology: enhancing mass communications and diminishing personal communications.
So don't feel awkward if you feel awkward while sharing—or at least trying to share—your inner world with others. A time will come when it won't be necessary to share physical space, and so almost all of our communications will happen without the need to look into other people's eyes. I mean, it's getting hard enough to look into our own.
Social anxiety is the mental disorder of our modern times. It's new, and it was born when someone decided to label an ever-felt human emotion—the fear of sharing our mental world with other people.
It has always been there, but as any latent phenomenon, it became alive the very moment someone gave it a name. A vast amount of eyes directed their attention to it, and so it became self-aware. Social anxiety is the disease of our present world.
People have to coexist with people in order to make this society (or any other) work, in order to give it a meaning. We all are, to some extent, socially-anxious individuals. Social anxiety dissipates with practice, and it grows bigger with isolation. In these modern, rushy days, more and more people are attached to their smartphones, personal hand-helds, and tablet computers, secluded from others (if not physically, at least psychologically) through the paradoxical current course of the technology: enhancing mass communications and diminishing personal communications.
So don't feel awkward if you feel awkward while sharing—or at least trying to share—your inner world with others. A time will come when it won't be necessary to share physical space, and so almost all of our communications will happen without the need to look into other people's eyes. I mean, it's getting hard enough to look into our own.
miércoles, 20 de julio de 2011
Hacer
¿Y qué vas a hacer cuando el tiempo avance? Porque por más que quieras o puedas negarlo, te quedarás atrás, desolado. ¿Y qué vas a hacer si te quedas solo? Porque por más paciencia que tengas y que te tengan todo tiene un límite. ¿Y qué vas a hacer cuando seas sueños nada más, y te quedes sin realidad? Porque la vida, cuando la vives acostado, se hace más pesada y, al final, desaparece.
Dime, por favor, ¿qué es lo que pretendes hacer ahí detenido, ahí sin moverte, ahí esperando no sé qué fantasmas? ¿Qué es lo que quieres conseguir? ¿Qué argumento inexistente deseas refutar sacrificando, entre tanto, tu propia vida?
No, no lo vas a lograr sin moverte. Y no me digas que moviéndote tampoco conseguirás nada, pues no lo has intentado desde hace mucho, y cuando más cerca estuviste de lograrlo —aceptando, claro, que es tan difícil como cazar mariposas— fue cuando más te moviste, cuando menos te lo preguntaste y decidiste, simplemente, moverte.
Parece, querido, que es tiempo de dejar de preguntarse cómo serían las cosas si no fueran como son, y de empezar, de una vez, de una absoluta, contundente, rotunda y completa vez, a hacer.
Dime, por favor, ¿qué es lo que pretendes hacer ahí detenido, ahí sin moverte, ahí esperando no sé qué fantasmas? ¿Qué es lo que quieres conseguir? ¿Qué argumento inexistente deseas refutar sacrificando, entre tanto, tu propia vida?
No, no lo vas a lograr sin moverte. Y no me digas que moviéndote tampoco conseguirás nada, pues no lo has intentado desde hace mucho, y cuando más cerca estuviste de lograrlo —aceptando, claro, que es tan difícil como cazar mariposas— fue cuando más te moviste, cuando menos te lo preguntaste y decidiste, simplemente, moverte.
Parece, querido, que es tiempo de dejar de preguntarse cómo serían las cosas si no fueran como son, y de empezar, de una vez, de una absoluta, contundente, rotunda y completa vez, a hacer.
viernes, 8 de julio de 2011
Un día llovía
No lo pensé demasiado. Abrí la puerta. Después la cerré, detrás de mí. Quiero decir que estaba ya afuera, con la puerta detrás, con el pensamiento en cualquier otro lugar, con la lluvia mojándolo todo, incluso mis fantasías más ardientes. Así que las vi húmedas al verme mojado. Las vi mojarse, deslavarse; poco a poco, las vi desaparecer.
"¿Qué hacer en un día así?" Pensé. La lluvia lo moja todo. Y del sueño que me movía, sólo vi agua. Decidí regresar al lugar sin lluvia, al lugar seco y opaco, al desierto interior. Me asomé entonces por la ventana y, al ver que el día no dejaba de ser lluvioso, vi a mis sueños resguardarse de la lluvia. Me di cuenta entonces de que una fantasía, por más que se moje, por más que le de el viento, por más que se enfríe, no desaparece.
Volví a salir a buscarlas, pues. Hacía frío. Y corrí para agarrar todas mis fantasías mojadas. Me empapé de ellas, y con ellas. Ya afuera, qué más daba. Un día llovía; un día triste y nublado; un día cualquiera.
"¿Qué hacer en un día así?" Pensé. La lluvia lo moja todo. Y del sueño que me movía, sólo vi agua. Decidí regresar al lugar sin lluvia, al lugar seco y opaco, al desierto interior. Me asomé entonces por la ventana y, al ver que el día no dejaba de ser lluvioso, vi a mis sueños resguardarse de la lluvia. Me di cuenta entonces de que una fantasía, por más que se moje, por más que le de el viento, por más que se enfríe, no desaparece.
Volví a salir a buscarlas, pues. Hacía frío. Y corrí para agarrar todas mis fantasías mojadas. Me empapé de ellas, y con ellas. Ya afuera, qué más daba. Un día llovía; un día triste y nublado; un día cualquiera.
jueves, 23 de junio de 2011
Intelecto
¿Es que en realidad todavía crees que eres más o menos inteligente que los demás? ¿Es que no te has dado cuenta de que lo único que los distingue es la forma en que se mueven? Es la capacidad de esforzarse, es la capacidad de dirigir.
Míralos cómo bailan; velos moverse sin desistir, sin pensar, sin descansar. Es claro que pensar demasiado es una enfermedad. Y no, no son, en lo fundamental, diferentes; sólo bailan compases distintos. Baila tú también, nihilista, baila sobre la nada que todo contiene.
Míralos cómo bailan; velos moverse sin desistir, sin pensar, sin descansar. Es claro que pensar demasiado es una enfermedad. Y no, no son, en lo fundamental, diferentes; sólo bailan compases distintos. Baila tú también, nihilista, baila sobre la nada que todo contiene.
Nihilism
It might be true that there is no turning back from nihilism. So, if I'm to fall into a bottomless pit, it better be full of words. Just full of words—and music.
lunes, 13 de junio de 2011
Mortal
De pequeño quería ser diferente a los demás, de manera que me inventé la fantasía de que era inmortal.
Ahora siento miedo; no sé si por haberme dado cuenta de que no soy diferente a los demás, o por haberme dado cuenta de que no me inventé ninguna fantasía.
Ahora siento miedo; no sé si por haberme dado cuenta de que no soy diferente a los demás, o por haberme dado cuenta de que no me inventé ninguna fantasía.
viernes, 3 de junio de 2011
Sobre las anomalías de llegar al centro
Dentro de una vorágine de sensaciones, decide, como por un chispazo divino, alejarse del desorden y perseguir la idea central: llegar al centro y dejar de moverse tanto como el tiempo se lo permita. Perdiéndose en la elocuencia de tiempos pasados, voltea para atrás y ve la luz que lo quemó: se ve hermosa a la distancia. Y ahora mira sus quemaduras, frescas, permanentes, dolorosas. Y recuerda que la luz es algo que se aprecia mejor a lo lejos. Se mueve ya sin vacilar, va directo al centro, quiere deshacerse del caos y tocar la perfección. Una vez llegado ahí, al centro, se pregunta dónde están —él y la perfección—: se da cuenta de que alguno de los dos no existe. Se pregunta cuál.
sábado, 28 de mayo de 2011
No decidiré
No decidiré hasta no tenerte de vuelta conmigo. Hasta no verte al verme a los ojos, no decidiré.
No decidiré si no puedo pensar en un contenido. Hasta no encontrar la función, no decidiré.
No decidiré si dejo, por fin, de ser alguien creativo. Hasta no poder hacer, no decidiré.
Me pierdo y me encuentro. Pero me pierdo más de lo que me encuentro; y, así, cada vez me alejo más de mi centro. Por eso, o por lo que sea que pueda justificar mi fútil presencia, no decidiré.
No decidiré si no puedo pensar en un contenido. Hasta no encontrar la función, no decidiré.
No decidiré si dejo, por fin, de ser alguien creativo. Hasta no poder hacer, no decidiré.
Me pierdo y me encuentro. Pero me pierdo más de lo que me encuentro; y, así, cada vez me alejo más de mi centro. Por eso, o por lo que sea que pueda justificar mi fútil presencia, no decidiré.
viernes, 29 de abril de 2011
Un poco de luz
En medio de una tormenta, el pequeño navío, insignificantemente pequeño, en comparación con la inmensidad del océano, se acercó al remolino. Poco a poco, se dio cuenta de que no estaba solo, al observar en el extremo opuesto una embarcación igualmente pequeña. Con todas las fuerzas y el combustible que quedaban a disposición, la primera embarcación consiguió sortear el vórtice de agua que jalaba para el abismo, pero pudo observarse como la segunda no tuvo la misma suerte, o, acaso, la misma perseverancia.
Al llegar a tierra, los tres tripulantes del navío exitoso se miraron con una sensación mezclada de alivio y horror, pues se preguntaron cómo se habrían visto las cosas desde la embarcación opuesta.
Al llegar a tierra, los tres tripulantes del navío exitoso se miraron con una sensación mezclada de alivio y horror, pues se preguntaron cómo se habrían visto las cosas desde la embarcación opuesta.
domingo, 24 de abril de 2011
Puente
Tal y como nos la imaginamos, la felicidad es un lugar inexistente. Sin embargo, no nos cansamos de construir y construir puentes que nos lleven directo hacia ella.
miércoles, 20 de abril de 2011
El cuadrúpedo encerrado
Ocurrió hace un par de años. Tristísimo y lamentable, un cuadrúpedo decidió encerrarse; pero no en un establo, como podría creerse, sino dentro de sí mismo. Su rostro, sus andares, su ser completo, se convirtieron en sombras de lo que nunca pudo ser. Luego salió, pero ya no hubo nadie para evaluarlo. Sonrió entonces.
jueves, 14 de abril de 2011
Elegido
Porque a ti también te engañaron. Y creíste que tenías una misión especial, única, irrevocable. Que habías llegado a esta vida para salvarnos a todos. Te lo creíste. Nadie más que tus propias torceduras te lo dijo, y te lo creíste.
Pensaste en descansar para poder, decidido, salir a salvar el mundo. Y aguantaste, estoico, el devenir del pasado oprobioso. Listo para enfrentarte a las calamidades del futuro, siempre a punto de llegar, nunca presente, abriste los ojos dispuesto a luchar. Y te lo creíste.
Si quieres salvar al mundo, más te valdrá empezar por el desorden que guardas en el interior.
Sal ahora, héroe. Sal que el mundo que gira con o sin ti te espera mientras se mueve, y ya pronto te olvidará. Sal y mírate en el espejo de la imposibilidad ajena. Sal confiado de que no estás solo: te engañaron: te engañaste. Porque la vida en soledad es más llevadera si aprendes a compartirla.
Es tu única oportunidad, una y mil veces. Ahora que puedes, ser único, sal y encuentra a los de tu especie.
Pensaste en descansar para poder, decidido, salir a salvar el mundo. Y aguantaste, estoico, el devenir del pasado oprobioso. Listo para enfrentarte a las calamidades del futuro, siempre a punto de llegar, nunca presente, abriste los ojos dispuesto a luchar. Y te lo creíste.
Si quieres salvar al mundo, más te valdrá empezar por el desorden que guardas en el interior.
Sal ahora, héroe. Sal que el mundo que gira con o sin ti te espera mientras se mueve, y ya pronto te olvidará. Sal y mírate en el espejo de la imposibilidad ajena. Sal confiado de que no estás solo: te engañaron: te engañaste. Porque la vida en soledad es más llevadera si aprendes a compartirla.
Es tu única oportunidad, una y mil veces. Ahora que puedes, ser único, sal y encuentra a los de tu especie.
lunes, 4 de abril de 2011
Ir a Cuba
Quiero volver a ir a Cuba, chiquita
Ir sólo contigo, premiarnos los sexos
Adormecerme entre tus dedos que no se cansan
Adormecerte entre mis palabras que, hoy tímidas, siempre te buscan
Tocarte y que me toques
Hacerte y hacerme libre, mientras pintamos un cuadro de pasión
Conocer una y mil veces más, para siempre, tu cariño
Y de repente, como quien no quiere la cosa, saborear tu corazón
Volver al país que te dio origen
Conocer otra vez, siempre ajeno, lo que satisfactoriamente me cautivó
De Cuba nací preso, mami
De Cuba nació mi amor
Ir sólo contigo, premiarnos los sexos
Adormecerme entre tus dedos que no se cansan
Adormecerte entre mis palabras que, hoy tímidas, siempre te buscan
Tocarte y que me toques
Hacerte y hacerme libre, mientras pintamos un cuadro de pasión
Conocer una y mil veces más, para siempre, tu cariño
Y de repente, como quien no quiere la cosa, saborear tu corazón
Volver al país que te dio origen
Conocer otra vez, siempre ajeno, lo que satisfactoriamente me cautivó
De Cuba nací preso, mami
De Cuba nació mi amor
miércoles, 30 de marzo de 2011
Jaws
The monster's jaws spread wide open. He closes his eyes only to deceive you—he's already been watching your every move.
Stay still now. If you move, you'll feel that unbearable tingling all over your skin. Go away, monster, you think. "Go away, monster," you whistle. "Go away, monster!" You shout. But the monster just opens his jaws more, as an educated response.
Go on now, walk past that awful, stinky mouth. It can't be that bad. People have described its insides so detailedly, it just can't be that bad.
Stay still now. If you move, you'll feel that unbearable tingling all over your skin. Go away, monster, you think. "Go away, monster," you whistle. "Go away, monster!" You shout. But the monster just opens his jaws more, as an educated response.
Go on now, walk past that awful, stinky mouth. It can't be that bad. People have described its insides so detailedly, it just can't be that bad.
domingo, 27 de marzo de 2011
La tarde de un día nublado
En la tarde de un día nublado regreso con cierto temor. Tal vez por eso aún me sienta lejos. Pero regreso, al ritmo de dos miligramos y medio, regreso.
Y sé ahora que hay edad para irse y que hay edad para estar. Que hay edad para los sueños y que hay edad para viajar. Para hundirse en lo más profundo, también para salir y navegar. Hay una edad para guardarse, y hay una edad para jugar. Para despertar sintiendo miedo, para despertar sin poder gritar. Para la caja más pequeña y para la caja de siempre pensar.
Hay edades infantiles, y hay edades con seriedad. Hay una edad, una sola, para sentarse, para ver para atrás y para adelante y decir: todavía me queda mucho, y ya tengo edad para empezar.
Y sé ahora que hay edad para irse y que hay edad para estar. Que hay edad para los sueños y que hay edad para viajar. Para hundirse en lo más profundo, también para salir y navegar. Hay una edad para guardarse, y hay una edad para jugar. Para despertar sintiendo miedo, para despertar sin poder gritar. Para la caja más pequeña y para la caja de siempre pensar.
Hay edades infantiles, y hay edades con seriedad. Hay una edad, una sola, para sentarse, para ver para atrás y para adelante y decir: todavía me queda mucho, y ya tengo edad para empezar.
martes, 15 de marzo de 2011
Late
Somehow, I feel I'm at that point in life when you know it's late, but not too late. I mean, I know it isn't getting any sooner. I mean, I know the energy is about to come. I mean, I'm about to decide what to do with the rest of my life.
lunes, 14 de marzo de 2011
miércoles, 23 de febrero de 2011
The mind of the perfectionist
At some point of the story, the mind of the perfectionist decided it was about time to make something perfect. He locked himself up in a tiny room, with only one bare beam of light illuminating his project.
The perfectionist started to think, as thought, he thought, was the only possible way to attain perfection. Sitting in a blue chair, alone, the perfectionist started to think more and more.
At some point of the story, he started, without even noticing, to think in circles. Those circles, big at the beginning, started to get more and more and narrow.
At some point of the story, the perfectionist thought it was time to get his hands busy with what, he thought, was perfection.
He could never give life to his perfect invention, so he decided never to get out of his little room.
When somebody, at some point of the story, opened the perfectionist's door, he could only notice how the room was filled with light, but nothing more.
The perfectionist started to think, as thought, he thought, was the only possible way to attain perfection. Sitting in a blue chair, alone, the perfectionist started to think more and more.
At some point of the story, he started, without even noticing, to think in circles. Those circles, big at the beginning, started to get more and more and narrow.
At some point of the story, the perfectionist thought it was time to get his hands busy with what, he thought, was perfection.
He could never give life to his perfect invention, so he decided never to get out of his little room.
When somebody, at some point of the story, opened the perfectionist's door, he could only notice how the room was filled with light, but nothing more.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Big Bang
Sonic boom.
That's the way it should sound, if it ever reaches it's purpose, like a sonic boom.
And if I don't mention the way it should look, it is because it will shed only shadow.
There is this big spiral-shaped tunnel rooted in Switzerland's underground. Everybody knows it is there.
Why, then, should it be kept underground? Well, simply put, because not everybody knows its dangers.
Sure we have been told about the risk, but we are curious (within science) as cats. Sure we have seen what it does outside, but we are loyal (within science) as dogs. Sure we have been told about pros and cons, but we are hungry (within and without science) as killer whales.
When they finally reach it, their purpose, when they finally find God's particle, their purpose, when they finally know that all their assumptions were true, their purpose, we will be gone (or going).
But there is light at the end of the tunnel: If they don't find God, they will surely had found the best way to misspend billions of dollars.
That's the way it should sound, if it ever reaches it's purpose, like a sonic boom.
And if I don't mention the way it should look, it is because it will shed only shadow.
There is this big spiral-shaped tunnel rooted in Switzerland's underground. Everybody knows it is there.
Why, then, should it be kept underground? Well, simply put, because not everybody knows its dangers.
Sure we have been told about the risk, but we are curious (within science) as cats. Sure we have seen what it does outside, but we are loyal (within science) as dogs. Sure we have been told about pros and cons, but we are hungry (within and without science) as killer whales.
When they finally reach it, their purpose, when they finally find God's particle, their purpose, when they finally know that all their assumptions were true, their purpose, we will be gone (or going).
But there is light at the end of the tunnel: If they don't find God, they will surely had found the best way to misspend billions of dollars.
miércoles, 9 de febrero de 2011
Sus palabras
Aunque sean animales que viven en el presente, sé que anhelan el futuro
Aunque sean animales que viven en el presente, sé que añoran el pasado
Y cuando me vaya habrá sombra
Y olvidarán la luz que yo también vi
Porque aunque sean animales que viven en el presente
No recordarán cuando aquí estuve, sólo podrán recordar cuando me fui
Aunque sean animales que viven en el presente, sé que añoran el pasado
Y cuando me vaya habrá sombra
Y olvidarán la luz que yo también vi
Porque aunque sean animales que viven en el presente
No recordarán cuando aquí estuve, sólo podrán recordar cuando me fui
martes, 8 de febrero de 2011
Vocación
Tarde, pero a tiempo, se dio cuenta de que su vocación era parar goles, no meterlos.
Ellos tiraron. Él se lanzó.
Ellos tiraron. Él se lanzó.
jueves, 3 de febrero de 2011
Within
After an endless search—still ongoing—I heard a clear message.
All the answers you're looking for will come in the form of a question. Once you get all your questions straight, you may follow a righteous path.
The path of the righteous can only be guided by an inner strength which comes from the understanding that right and wrong are only ideals. The real moral pleasure of all living beings comes from a true capacity of compassion, forgiveness, and congruity, and from the understanding that the search of those virtues can be the meaning of life itself, for life is not a goal, but an ever-ending walk.
All the answers you're looking for will come in the form of a question. Once you get all your questions straight, you may follow a righteous path.
The path of the righteous can only be guided by an inner strength which comes from the understanding that right and wrong are only ideals. The real moral pleasure of all living beings comes from a true capacity of compassion, forgiveness, and congruity, and from the understanding that the search of those virtues can be the meaning of life itself, for life is not a goal, but an ever-ending walk.
lunes, 31 de enero de 2011
La caja más grande (o de cómo cualquier pretexto es bueno para no hacer una tesis)
Vamos por partes para no perdernos. Sucede que necesito, o quiero, o tengo, o, simplemente, voy a titularme. Pronto. De manera inminente. Inevitable. Inexorable. Y, al tiempo que ubico el nivel de pensamiento sobre el que se encuentra mi bloqueo, ubico cualquier cantidad infinita de problemas, de problemas propios y extraños; de problemas, sobre todo, distintos al original.
Entonces, se trata de desgajar la naranja (pero ése es sólo un pretexto). Se trata de identificar la fuente de la cerrazón (pero ése es también sólo un pretexto). Se trata, en realidad, de sacudir una pretextudísima hueva de haber estado echado mucho tiempo. Nada más.
Pero iré por partes: me digo más seguido de lo que resultaría saludable que no puedo. Con la hueva, con los problemas del mundo, conmigo. Pero es sólo un último pasito, pequeño, diminuto, nimio, el que me falta.
Bien, resulta que, aunque duela, conozco la solución. Cerrar cajas, agujerarlas en sintonía (decía que iba a ir en orden y ya estoy hablando de cosas que ni yo entiendo: pausa explicativa).
Una caja es un modo de ver la vida, un espacio para meter todas las explicaciones que le dan sentido a una realidad específica. Sí, hay realidades específicas (niveles, pues), en verdad; no lo digo como método de distracción, lo digo con sinceridad. Una célula, por ejemplo, está hecha de moléculas. Y hay moleculólogos que estudian esa realidad, y celulólogos que estudian la siguiente. Y tejidólogos que estudian la siguiente. Creo que la idea es clara. Bien, siempre me he trazado objetivos que tienen que ver con encontrar cajotas, grandes y pesadas, grandes e irresolubles. Una célula es a una molécula lo que "encontrar el sentido de la vida" es a decidir si comer carne o vegetales, por ejemplo. Creo que la idea es clara.
Entonces sí. Hablaba de que para resolver este problema fundado en la flojera de moverse (flojera patrocinada, como cualquier vicio, por la práctica) necesito agujerar varias cajas en sintonía. Me explico: tengo una condición, me cuesta trabajo creer en mí mismo; tengo otra, me cuesta creer en los demás, y otra, creo que el mundo, por la irresponsabilidad de los más débiles, poco a poco se acaba. ¿Y en qué espacio, dentro de esas tres cajas, encaja mi quehacer de la tesis? No sé, pero sé que tengo aún otra condición, me gusta darle demasiadas vueltas a las cosas antes de enfrentarlas.
Hablaba, entonces, de agujerar varias cajas en sintonía. Mi percepción de la vida (para no empezar muy lejos, caja uno). La percepción de las personas que más quiero de la vida (caja dos). La percepción de mi familia de la vida (caja tres). La percepción de mi comunidad de la vida (caja cuatro). Y ya, para tampoco terminar muy lejos. ¿En qué espacio encaja mi quehacer de la tesis?
Creo que tengo una habilidad extraordinaria para hablar mucho de nada. Y para inventar pretextos y no hacer las cosas que, en realidad, quiero hacer.
El agujero sintónico que ha de dar luz al escurridizo quehacer que busco tiene que ver con la presión a la que me acostumbré para terminar lo que empezaba. Ya empecé con la tesis, pues, pero no hay nada suficientemente presionante para terminar, ni yo mismo. Es hora de voltear a ver una nueva caja, o una nueva realidad, o una nueva forma de ver el mundo: a veces es necesario aprender a guiarse no tanto por los posibles efectos negativos de nuestro dejar de hacer, sino por los positivos de nuestro hacer.
Más allá de la molécula, o de la célula, o del tejido. Más allá de mis problemas internos, o de los externos, o de los del mundo. Se trata de enfocar toda la energía en un solo lugar, de ignorar, aunque sea de manera temporal, cualquier caja que estorbe. Suspenderme en el tiempo unos segundos (que si el tiempo se detiene lo mismo pueden transformarse en horas o en días) y aletear aunque me duelan las alas de la realidad, por nunca haberlas, hasta ahora, utilizado.
Ya después regresaré a contemplar lo que he hecho, pero viendo hacia atrás, viendo al pasado. Y, aunque quizás desestime el esfuerzo, sabré que el sacrificio abre puertas y cierra cajas.
Entonces, se trata de desgajar la naranja (pero ése es sólo un pretexto). Se trata de identificar la fuente de la cerrazón (pero ése es también sólo un pretexto). Se trata, en realidad, de sacudir una pretextudísima hueva de haber estado echado mucho tiempo. Nada más.
Pero iré por partes: me digo más seguido de lo que resultaría saludable que no puedo. Con la hueva, con los problemas del mundo, conmigo. Pero es sólo un último pasito, pequeño, diminuto, nimio, el que me falta.
Bien, resulta que, aunque duela, conozco la solución. Cerrar cajas, agujerarlas en sintonía (decía que iba a ir en orden y ya estoy hablando de cosas que ni yo entiendo: pausa explicativa).
Una caja es un modo de ver la vida, un espacio para meter todas las explicaciones que le dan sentido a una realidad específica. Sí, hay realidades específicas (niveles, pues), en verdad; no lo digo como método de distracción, lo digo con sinceridad. Una célula, por ejemplo, está hecha de moléculas. Y hay moleculólogos que estudian esa realidad, y celulólogos que estudian la siguiente. Y tejidólogos que estudian la siguiente. Creo que la idea es clara. Bien, siempre me he trazado objetivos que tienen que ver con encontrar cajotas, grandes y pesadas, grandes e irresolubles. Una célula es a una molécula lo que "encontrar el sentido de la vida" es a decidir si comer carne o vegetales, por ejemplo. Creo que la idea es clara.
Entonces sí. Hablaba de que para resolver este problema fundado en la flojera de moverse (flojera patrocinada, como cualquier vicio, por la práctica) necesito agujerar varias cajas en sintonía. Me explico: tengo una condición, me cuesta trabajo creer en mí mismo; tengo otra, me cuesta creer en los demás, y otra, creo que el mundo, por la irresponsabilidad de los más débiles, poco a poco se acaba. ¿Y en qué espacio, dentro de esas tres cajas, encaja mi quehacer de la tesis? No sé, pero sé que tengo aún otra condición, me gusta darle demasiadas vueltas a las cosas antes de enfrentarlas.
Hablaba, entonces, de agujerar varias cajas en sintonía. Mi percepción de la vida (para no empezar muy lejos, caja uno). La percepción de las personas que más quiero de la vida (caja dos). La percepción de mi familia de la vida (caja tres). La percepción de mi comunidad de la vida (caja cuatro). Y ya, para tampoco terminar muy lejos. ¿En qué espacio encaja mi quehacer de la tesis?
Creo que tengo una habilidad extraordinaria para hablar mucho de nada. Y para inventar pretextos y no hacer las cosas que, en realidad, quiero hacer.
El agujero sintónico que ha de dar luz al escurridizo quehacer que busco tiene que ver con la presión a la que me acostumbré para terminar lo que empezaba. Ya empecé con la tesis, pues, pero no hay nada suficientemente presionante para terminar, ni yo mismo. Es hora de voltear a ver una nueva caja, o una nueva realidad, o una nueva forma de ver el mundo: a veces es necesario aprender a guiarse no tanto por los posibles efectos negativos de nuestro dejar de hacer, sino por los positivos de nuestro hacer.
Más allá de la molécula, o de la célula, o del tejido. Más allá de mis problemas internos, o de los externos, o de los del mundo. Se trata de enfocar toda la energía en un solo lugar, de ignorar, aunque sea de manera temporal, cualquier caja que estorbe. Suspenderme en el tiempo unos segundos (que si el tiempo se detiene lo mismo pueden transformarse en horas o en días) y aletear aunque me duelan las alas de la realidad, por nunca haberlas, hasta ahora, utilizado.
Ya después regresaré a contemplar lo que he hecho, pero viendo hacia atrás, viendo al pasado. Y, aunque quizás desestime el esfuerzo, sabré que el sacrificio abre puertas y cierra cajas.
sábado, 29 de enero de 2011
Volar
Sacrifiqué las manos, como ave, con tal de poder volar. A veces, cuando caigo, me pregunto si valió la pena el sacrificio. Luego vuelvo a subir y, aunque raspado, el aire me devuelve la sonrisa.
viernes, 28 de enero de 2011
Título
Uno, dos y tres. O antes. Antes de entrar, necesito salir. Pero hay intenciones desconocidas al interior de ese eterno espacio. Y ahora que estoy por acercarme (pues resulta difícil saber con precisión si podré, alguna vez, tocarlo) las cosas se detienen.
miércoles, 26 de enero de 2011
martes, 18 de enero de 2011
Mínima reflexión sobre el quehacer cotidiano de los demás
Me pregunté por qué la gente hace.
Resulta que, casi todo el tiempo, en casi todos los lugares, la gente hace. De diferentes maneras, en diferentes frecuencias y con diferentes finalidades, pero hacen.
Y es simple, quizás mínimo, pero innegable: la gente hace para olvidar que pronto dejará de existir (o para recordar que sólo quien hace existe).
Resulta que, casi todo el tiempo, en casi todos los lugares, la gente hace. De diferentes maneras, en diferentes frecuencias y con diferentes finalidades, pero hacen.
Y es simple, quizás mínimo, pero innegable: la gente hace para olvidar que pronto dejará de existir (o para recordar que sólo quien hace existe).
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