El sabio dice que no es la mejor idea regar una semilla con ideas. Pero el camino es árido, y no hay más que intentar. Esa idea es agua. Puede ser salada.
El sueño de volar se desvanece en recuerdos que algún día desaparecerán a más de trescientos kilómetros de distancia.
Camino atrás, donde el sol deja por fin salir a la luna, la tierra se convierte en peligro: la memoria es el más despiadado de los fantasmas. La expectativa el peor de los monstruos.
Y así, entre monstruos y fantasmas, el presente se acaba.
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